Antonio de Bastidas y Carranza (nacido 1615 en Guayaquil, Ecuador, murió en 1681 en Colombia) fue un poeta, religioso y predicador. Miembro de la Compañía de Jesús, fue el iniciador de la poesía barroca en la Real Audiencia de Quito.
Antonio de Bastidas | ||
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![]() Antonio de Bastidas y Carranza | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
1615 Guayaquil, Ecuador | |
Fallecimiento |
1681 Bogotá, Colombia | |
Nacionalidad | Ecuatoriana | |
Religión | Cristianismo | |
Lengua materna | Castellano | |
Educación | ||
Educado en | Universidad San Gregorio Magno | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta, predicador y profesor | |
Movimiento | Culteranismo | |
Obras notables | Ramillete de varias flores poéticas recogidas y cultivadas en los primeros abriles de sus años. | |
Artistas relacionados | Jacinto de Evia, Hernando Domínguez Camargo | |
Nació en Guayaquil, sin embargo tuvo una carrera larga que le permitió vivir en varias ciudades. Entró en la Compañía de Jesús el 14 de mayo de 1632 en Quito. Años más tarde hizo su profesión de votos el 25 de agosto de 1654. Además de Quito también vivió en Cuenca donde fue profesor de gramática en el colegio de los jesuitas de esa ciudad. También enseñó retórica y poética en el colegio de San Luis, donde conocería a su discípulo Jacinto de Evia. Aparte de buen profesor, también predicaba, actividad por la que destacó en la ciudad de Popayán, que en ese entonces pertenecía a la Provincia jesuítica de Quito. Pasó los 13 o 14 últimos años de vida en Colombia, donde falleció.[1]
Nació en Guayaquil, aunque su natalicio fue causa de polémica debido a que no se lograba confirmar su logar de origen y era atribuido a otros lugares de Hispanoamérica. Este tema de tan poca importancia para otros países se volvía de gran interés histórico en Ecuador puesto que su obra "El Ramillete" cronológicamente es el poemario más importante y más antiguo del que se tiene conocimiento en ese país. Es por eso que cuando fue corroborado su natalicio en el siglo XX, gracias al trabajo de Aurelio Espinosa Pólit fue un gran descubrimiento literario, solo comparable con el realizado por Gonzalo Zaldumbide al rescatar el gran talento poético de Juan Bautista Aguirre.
Su obra no había sido descubierta antes debido a que fue considerado como originario de Sevilla en la Antología de poetas hispanoamericanos de Menéndez y Pelayo.[2] Este dato fue aceptado por críticos posteriores como Isaac J. Barrera en las tres primeras ediciones de su Literatura ecuatoriana[3], por lo que el hecho no fue corregido hasta el posterior descubrimiento.
El Ramillete está compuesto por poemas de tanto Jacinto de Evia, su discípulo coautor y editor, como de Bastidas por lo que en la portada, el nombre con el que está publicado corresponde a Evia. Sin embargo, al realizar la publicación en Madrid se resalta la importancia de Bastidas como el autor principal de la obra como podemos ver en siguiente extracto de Evia:
“He tomado este trabajo por ofrecer a la florecida juventud los versos que pude recoger de mi Maestro, siendo su discípulo, y otros pocos que adquirí después que salí de su escuela, por darle este breve honor y gloria, y pagarle, siquiera esta vez reconocido, lo que debí tantas veces a su doctrina”.
La publicación del Ramillete en la segunda mitad del siglo XVII coincide con las publicaciones de los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, así como con "El Apologético" de Espinosa Medrano. Aunque Bastidas comparte la temática barroca de estos dos autores, la importancia de la obra es sobre todo cronológica debido a que sus versos tienden a ser intentos forzados de culteranismo gongorino, según el criterio de Espinosa Pólit, como por ejemplo en los siguientes cuartetos.[2]
De una elevada montaña
un arroyo baja altivo,
que agitado de sus ondas
es un toro cristalino.
Al coso llega de un valle,donde en sonorosos silbos
le azora el favonio alegre
entre las hojas de alisos.
El Ramillete está compuesto por cuatrocientas seis páginas, de las cuales ciento setenta y tres corresponden a Bastidas, ciento diez y nueve a Evia, ciento nueve a Camargo,[4] y nueve a otros autores. Los poemas tienen dedicatorias a varias personas, desde al Rey de España hasta otros padres de la orden jesuita, y la temática de los poemarios comprenden temas religiosos, románticos y bucólicos.
Las poesías destacadas de Bastidas como poeta culterano, son “Flores fúnebres”, dominadas por un agudo sentimiento de la brevedad y caducidad de la vida, y también “A la flor de la temprana muerte del Príncipe don Baltasar Carlos”.
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